La teoría de los antiguos astronautas se sustenta en evidencia antiquísima sobre la existencia de supuestos viajeros espaciales. Defiende que existió un contacto entre extraterrestres y humanos que promovió el desarrollo tecnológico, cultural y religioso de las civilizaciones en nuestro planeta. El aspecto de la religión es de particular interés para quienes promueven esta creencia. Ya que argumentan que las deidades en la mayoría de las doctrinas podrían ser estos extraterrestres. Mismos que obsequiaron su conocimiento como evidencia de su poder.

La evidencia sobre los antiguos astronautas.

Gracias a escritores como David Icke, Erich von Däniken y Robert K. G. Temple la teoría de los antiguos astronautas empezó a popularizarse en la última parte del siglo XX. Sin embargo, la comunidad científica la desestima en gran parte. Y aunque surgieron algunos estudios sobre el tema, recibieron poca atención.

Los defensores sostienen que los humanos descienden o fueron creados directamente por estos viajeros espaciales que visitaron la Tierra hace miles de años. Se basan en que estos seres implementaron, supuestamente, una “cultura madre similar” común en casi todas las civilizaciones antiguas.

Generalmente, tanto la comunidad académica como los escépticos suelen descartar y ridiculizar estas ideas. Los seguidores de la teoría se defienden sacando a flote algunas lagunas en los registros arqueológicos y la ausencia de evidencia histórica.

Objetos arqueológicos ¿anacrónicos?

Los objetos arqueológicos «anacrónicos» también se consideran como aporte en esta teoría. Estos restos guardan relación con supuestas capacidades tecnológicas de culturas históricas asociadas. Uno de los más citados son las pirámides de Egipto.

Y en lo que respecta a leyendas u obras de arte milenarias, suelen interpretarse como representaciones de un contacto con tecnologías avanzadas provenientes del espacio. Arqueólogos e historiadores aclaran que los huecos en el conocimiento contemporáneo del pasado de ninguna forma sirven como evidencia para suposiciones tan irracionales.

Ilustración caricaturesca acerca de la teoría
Ilustración caricaturesca acerca de la teoría
Fuente de la imagen: Pinterest

Promotores de la teoría de los antiguos astronautas

El mundo académico considera que no existe evidencia alguna que sustente las ideas sobre los antiguos astronautas o paleocontacto. Sin embargo e irónicamente, científicos de la talla de Francis Crick, quien contribuyera al descubrimiento de la estructura de doble hélice en el ADN, apoyan el concepto de panspermia. Esta idea sugiere que la vida en la Tierra tuvo lugar gracias a la llegada de componentes y elementos necesarios que llegaron desde el espacio. Y una parte específica especula con que fueron especies extraterrestres avanzadas las que “sembraron” la vida con el único propósito de garantizar su propia prevalencia.

Crick consideraba que las primeras formas de vida eran algas azules y verdes, y que los extraterrestres repitieron el proceso en muchos planetas similares al nuestro. Es más, en su libro Life Itself llegó a imaginar que posiblemente emplearon lanzaderas no tripuladas en el proceso de colonización interplanetaria.

Las posturas de Carl Sagan y Shklovski

Carl Sagan es otro científico que sugirió la posibilidad de que sucediera un contacto extraterrestre en la historia de la humanidad. En el libro Intelligent Life in the Universe, escrito en 1966 en colaboración con el astrofísico Iósif Shklovski, Sagan dedica un capítulo entero al tema.

Sin embargo, ambos tuvieron cuidado de advertir que se trataba de ideas especulativas no comprobadas. A partir de tecnologías establecidas o en desarrollo durante la década de 1960, consideraban posible que vida extraterrestre hiciera un viaje interestelar a velocidades inferiores a la de la luz. También creyeron factible las múltiples visitas de extraterrestres a la Tierra. Además, veían en las narrativas precientíficas un medio potencialmente confiable para describir el contacto con extraterrestres.

Carl Sagan
Carl Sagan
Fuente de la imagen: BBC

Uno de los ejemplos de paleocontacto referidos por Shklovski y Sagan son los cuentos de Uanna. Un ser mitológico, parecido a un pez que estuvo ampliamente ligado a las matemáticas, agricultura y artes entre los primeros escritos sumerios.

La rectificación científica

En 1979, Carl Sagan publica El cerebro de Broca. En esta obra, el astrofísico sugiere que Shklovski y él pudieron inspirar la fiebre de publicaciones sobre los antiguos astronautas en la década de 1970. Particularmente desaprobó al escritor sensacionalista, Eric von Däniken, a quien acusó de hacer pasar simples especulaciones como evidencia válida del contacto extraterrestre.

Sagan aclaró que ciertamente existen muchos artefactos fuera de lugar, a menudo citados como prueba de la teoría de los antiguos astronautas. Pero muy pocos van más allá de una simple anécdota, y fácilmente podrían explicarse a través de teorías convencionales.

Sagan también se retractó de su conclusión previa sobre que las visitas extraterrestres a la Tierra eran posibles, aunque no probadas. Finalmente señaló que eran improbables. Pese a todo esto, considerar improbable actualmente la vida fuera de la Tierra es una suposición ingenua frente a la inmensidad del universo.

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